viernes, 28 de octubre de 2011

Pérdida

Una verde pradera se extendía hasta lontananza. Esta tierra ubérrima estaba situada en el extremo este del continente al lado de una altas colinas que hacían que uno pudiera gozar de la beldad del paisaje. a los laterales del prado estaban ubicados grandes arboles que unidos formaban robledales, que otorgaban los tonos rojizos y rosados el la época del brote de las hojas, y abedulares, los cuales tornaban de color plata todo el paisaje en verano. En el medio de la braña circulaba un río que caracterizaba al paisaje con esa alegría típica de los lugares de alta montaña.
El hombre al observar tal espectáculo dio la orden de alto a toda la comitiva, introducida por su esposa y finalizada por su hijo mayor. Sacaron los bocadillos y las bebidas que habían guardado para el momento, y empezaron a comer. El hijo menor, de tan solo 4 años, se fijó en una pequeña flor que de otros he sabido que se llama edelweiss. Blanca como la nieve y preciosa como el mineral más puro de todos. Una mariposa minúscula se posó en uno de sus delicados pétalos. El niño deseoso de poseer a ese ser, a su parecer casi perfecto, se levantó y siguió al animalito. Nadie se percató de la ausencia del pequeño hasta que todo estuvo apunto para comenzar a comer. Todos salieron en su búsqueda mientras el hijo mediano dedicaba arengas a su madre que, compungida, lloraba por la perdida de su hijo menor achacándose la culpa de no vigilarlo. Al no encontrarlo pasadas las 9 de la tarde la familia decidió llamar a las fuerzas del orden para que éstas se hicieran cargo del caso.
Mientras todo esto ocurría, el niño anduvo hasta el linde del bosque y penetró en éste. Cuando se dio cuenta de que le era imposible volver con su familia, ya que desconocía el camino que había seguido para llegar a ese lugar, empezó a plañir. Ansioso por volver al lado de sus seres queridos, corrió rápidamente perdiéndose más en la espesura de la arboleda. Al cabo de unos minutos se detuvo. El paraje en el que se encontraba en ese momento correspondía a un claro con un pequeño montículo de raíces colocado de forma que quedaba un hueco debajo. El pequeño lánguido se tendió sobre la hojarasca y se quedó dormido al instante. Al despertarse descubrió que era de noche, y sintió mucho miedo y frío. Se refugió bajo el montículo de raíces al amparo de los robles, los castaños, los abedules y las hayas. Volvió a quedarse profundamente dormido.
A la mañana siguiente, le despertó el canto de un ruiseñor. Estaba aterido y le dolían los huesos. Pasó la mañana sollozando y gimiendo en su ostracismo. No obstante, al llegar el Sol a la cumbre de su recorrido, un hombre, vestido con una camisa a cuadros y un peto, apareció de entre los matorrales. Sorprendido, preguntó la causa de su soledad en tan extraño lugar. El niño temeroso del hombre respondía a sus preguntas con frases cortas y precisas, todo lo que pueden ser para un crío de su edad. El hombre le prometió llevarlo con su familia y el chaval lo siguió sin rechistar. Entrada la tarde llegaron al aparcamiento donde se debía estacionar el coche antes de iniciar la ruta que hizo con sus padres el día anterior. Allí estaban un montón de guardias civiles, los cuales se sorprendieron al ver al niño. El salvador del chico respondió a las preguntas de los agentes y le dijo al chiquillo que estaba en buenas manos. Al poco tiempo, se produjo el reencuentro familiar tan esperado en el que todos prometieron resarcir al miembro más joven del grupo. La madre tenía lagrimas en los ojos y los demás poseían las sonrisas más felices de todo el universo. Los seres queridos son insustituibles y muy pocas veces los tratamos con el respeto que se merecen. Hay que cuidar a lo que se ama para después poder ser amado.

sábado, 22 de octubre de 2011

Futuro trágico pero evitable

El plateneta es un lugar maravilloso e ignoto. Hay lugares que amilanan al más bravo y sitios que almohazan hasta las flores más hermosas. No obstante, hay gente que es aciaga en él. ¿Por qué sucede esto? me suelo preguntar. No di con la solución hasta hace bien poco. No ven el mundo que les rodea, la beldad de las cosas son soslayadas a sus ojos. Siempre soliviantados y con prisas, los seres humanos obvian que su alrededor es infinitamente mejor que sus batallas en el trabajo (o en tratar de tenerlo) y en la familia.
Tenemos un pacto de sangre para con el planeta Tierra, cómo vamos a cumplirlo si no nos damos cuenta de que existe. En el futuro el ser humano contrito, mirará sus obras del pasado. Quedarán en lontananza lagos inmensos como el corazón de más honrado, los glaciares y polos fríos y poderosos como la mirada del más orgulloso y los bosques preciosos como ningunos y pulmones de la madre Tierra como el alma del más generoso. Estamos destruyendo a nuestro planeta sin percatarnos siquiera y, mientras tanto, nos destruimos a nosotros mismos. Por eso sentimos un desazón tan grande y profundo. Tengamos un detalle con el planeta, hogar nuestro, de nuestros amigos y de nuestra familia. No hacen falta paroxismos, con un granito de arena cada uno el mundo será mucho más acogedor y feliz. Así la Tierra podrá seguir pertrecha para ocuparse de nuestras necesidades como gratitud a nuestro gesto.
"Sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado, y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero." Sabiduría indoamericana

jueves, 20 de octubre de 2011

Estrés, estrés y más estrés

En ésta etapa de nuestra vida, hemos de demostrar madurez y solidez ante los problemas del día a día. Este curso se nos va a resistir, prueba de ello es el examen de historia que hemos hecho hoy, que nada más verlo muchos hemos sentido la necesidad de poner pies en polvorosa y salir pitando de allí. Todo es memorizar términos e ideas además de redactar y exponer todo con claridad y precisión. Miedo tengo al miércoles, ya que alberga el temido examen de biología, que si no comprende todas las palabras dadas en las lecciones, a mi parecer de origen marciano, poco le faltará. El cerebro no es infinito y va acabar explotando. Al finalizar el curso deberemos saber, comprender y expresar todo aquello que aprenderemos en el transcurso de éste. Una ardua tarea se nos presenta en nuestro devenir, pues si no podemos con las tareas que hoy nos ocupan, cómo podemos aseverar que podremos con todas las de hoy y las de mañana. La vida del estudiante es fácil, suelen decir los mayores, y quizá lo sea, pero mientras que se demuestre lo contrario el estudio será tan pesado como los libros que debemos estudiar, no poco y lo puedo asegurar.
Aún no he hablado de la selectividad, objetivo del estudiante de 2º de bachillerato superarla. Ésta es el gran reto de los estudiantes del siglo XXI. Una sucesión de exámenes cada uno igual o más difícil que el anterior, de una gran variedad de materias, algunas aburridas hasta decir basta. Y mi pregunta es: ¿Por qué hay que pasar esa prueba, no están los profesores cualificados del mismo modo para calificar con equidad y rectitud a todos sus alumnos, al fin y al cabo son elegidos por el gobierno? En teoría la nota del bachiller debería ser suficiente, pero existen ciertas instituciones privadas y concertada que, generalmente, tienden a elevar la nota media estudiantil, dejando con menos posibilidades a los alumnos procedentes de escuelas públicas, que no por eso son peores. En conclusión, los estudiantes de bachillerato deben "apechugar" con sus problemas, que por si fuera poco deben compaginar con su inestabilidad emocional típica de la edad, para salir a delante. ¡A tope, que podemos!

miércoles, 12 de octubre de 2011

Cambios y tonterías

¿Quién no ha querido cambiar alguna vez? El cambio es un periplo que lleva al ser humano a hacer cosas que no desea para convertirse en aquello que codicia. Las cosas no deseadas son aquello a lo que solemos llamar sacrificios. Éstos nos persiguen como si no buscáramos otra cosa, y en el fondo son inútiles pues no sirven para nada. Volviendo a los cambios, todo ocurre por una razón y si alguien quiere cambiar debe ser por algo. Generalmente es, o bien porque los demás no lo quieren tal y como es, o bien el individuo en cuestión no se acepta a sí mismo. La culpa es, ciertamente, de la sociedad de hoy en día, obcecada en la moda y en ir siempre a la última con todo. Un cambio implica deshacerse de una parte de uno mismo que normalmente suele ser la más original y lo que más lo destaca como persona y ser único. No obstante, el empeño por cambiarse suele llevar al individuo de vuelta al inicio, ya que desprenderse de un carácter que ha acompañado al ser todo su vida suele ser un ardua tarea. Y os preguntareis por qué hablo de todo esto y es porque nada ocurre por casualidad. Todo lo que pasa tiene un porqué. Tal vez el cerebro no lo sepa, puede que jamás lo imagine. Pero el corazón lo sabe. El corazón siempre lo sabe. Y da igual intentar cambiase, no es necesario. Lo verdaderamente importante en esta vida es disfrutarla y fruir de ella. Todos los seres humanos son especiales y cada uno guarda dentro de el un mundo por descubrir. ¿Has descubierto ya el tuyo? Si es así no lo cambies, es lo mejor que tienes.
Todo aquel que tiene una razón para vivir puede soportar cualquier forma de hacerlo. (Nietzche)

miércoles, 5 de octubre de 2011

El asesino. Parte 1

La habitación era amplia, con una decoración recargada a base cuadros, estanterías llenas de libros, y demás muebles. Agazapado debajo de la mesa pudo observar un suceso atroz que le cambiaría la vida en los sucesivos meses. Encima de la mesita, detrás del sillón favorito de su madre se encontraba el codiciado teléfono. Porqué digo codiciado, ahora lo entenderéis. A mediados de noviembre, Héctor llegó a casa después de acabar la escuela. Al entrar enseguida notó que algo estaba fuera de lugar. Un olor espesaba el ambiente y le dotaba de un cariz pesado. Tardó un instante pudo identificar aquel aroma. Era canela. En primer lugar pensó que su madre debía estar haciendo una tarta o algún que otro alimento de repostería a los que era tan aficionada. Pero enseguida se dio cuenta de que había pensado una estupidez, ya que su madre no salía de trabajar hasta dos horas después. Decidió dejarlo pasar, no pensaba que la canela fuera muy amenazadora. No obstante se equivocaba. Siguió caminando para llegar a su cuarto y desasirse de su mochila. Fue a la cocina para hacerse la merienda, pero al pasar por delante del despacho vio la luz encendida y entró para apagarla. Entonces oyó un ruido en la habitación contigua. A ésta solo se podía acceder desde el despacho, su padre la había mandado construir para tener un rincón privado en el que pensar y trabajar. El ruido se repitió, y se asustó. Estuvo apunto de marcharse cuando se acordó de que su padre libraba ese día. "Debo recordar las cosas más a menudo sino algún día me llevaré un disgusto", se reprendió. Estuvo tentado de llamar a su padre pero un tercer ruido disipó sus ganas. Este ruido estuvo acompañado de la puerta de la habitación saltando por los aires. Se escondió bajo la mesa con celeridad justo a tiempo para observar como su padre salia despedido del cuarto contiguo con casi la misma fuerza que la puerta. Seguidamente un hombre salió al despacho. Era alto y fuerte. Su rostro estaba oculto tras un pasamontañas negro. Su padre le suplicaba clemencia, sin embargo, el atacante se resistía a contestar mientras lo apuntaba con un cuchillo de carnicero. El criminal le susurró algo al padre de Héctor. Desde su escondite pudo leer, no sin esfuerzo, sus labios. Entendió algo así como tu no eres nada para mí, ya no. Mi padre se puso blanco como la cera y empezó a chillar. Ya podía gritar lo que quisiera que no lo escucharían, no viviendo en medio del campo de maíz más grande de la región, pensó Héctor mientras se horrorizaba cada día más por su padre. Entonces fue cuando divisó el teléfono. Aquí estamos en el punto de partida. El teléfono era lo único que podía salvar a su padre, debía llamar a la policía. El único inconveniente es que entraría en el campo visual del agresor un segundo aproximadamente. Consiguió pasar inadvertido hasta llegar al sofá. El atacante estaba tan concentrado en su padre que no se percató de su presencia. Empero sus esfuerzos fueron en vano. Su padre fue acuchillado a sangre fría tan pronto como descolgó el auricular. El asesino partió de la casa sin ningún tipo de remordimiento. Héctor se quedó helado observando el cuerpo de su padre. Su rostro estaba petrificado y desencajado en un cuerpo sin vida manchado de sangre de un rojo metálico. Héctor lloró y a su llanto se unió los gritos de una mujer que acababa de llegar a casa. Su madre. Ella llamó a la policía. Héctor tuvo que rememorar su experiencia para su madre y un policía que se mostró de lo más simpático, mas nada aliviaba su dolor. Él y su madre se mudaron por un programa de protección especial del estado. Al llegar a su nuevo hogar estaban lánguidos y con ganas de llorar pero sin una sola lágrima que derramar, ya que se habían secado plañendo por un hombre que jamás volverían a ver.

martes, 4 de octubre de 2011

El bar y el orgullo perdido

Estaba sentado en su sitio habitual. Era medianoche. Pensaba en como podía haber llegado hasta este punto mientras, con la mirada perdida, observaba su vodka violeta. Éste había sido siempre su bebida predilecta. Entonces una voz le sobresaltó sacándolo de sus profundas reflexiones: "¿A qué hora piensas irte hoy?" El hombre tardó un rato en reaccionar. "No muy tarde Conrad." Respondió. "No quiero molestar" Apostilló. "Sabes que a mí no me importa, tómate el tiempo que necesites." Dijo saliendo por la puerta para empleados. Conrad era el camarero del Cisne Blanco, el local que cada noche frecuentaba. Lo conoció la primera noche que visitó aquel antro, bueno por aquel entonces era el pub más fastuoso de toda la ciudad. Aquel día había sido el día en el que su vida cambió dando un giro de 360º. Mejor será que explique lo que pasó:
Axel era el típico empleado de una gran empresa, un triunfador con mucha clase dispuesto a comerse el mundo. Sin embargo, un día su jefe lo llamó, y entonces empezaron los problemas. Cuando entró al despacho de su superior, se percató que su caudillo no llevaba el aspecto jovial que lo caracterizaba. Tenía unas ojeras prominentes, el pelo enmarañado y desgarbado y su traje de Victorio y Lucchuino, del que tanto solía presumir, estaba sucio y parecía que lo tenía desde hacía lustros. Entonces le habló: "Axel, me temo que traigo malas nuevas." Un nudo se empezó a formar en su garganta. El jefe siguió. "En los últimos años la empresa ha ido de capa caída y no disponemos de un presupuesto lo suficientemente amplio como para abordar todos los gastos de los diferentes departamentos de la compañía." Mientras hablaba el nudo seguía enrollándose más y más, tanto que hasta le costaba decir frases tales como y lo sé señor. El director de la empresa proseguía. "Uno de los departamentos que menos beneficios nos reporta y que mas gastos produce es el tuyo Axel. Así que, a mi pesar, debemos clausurarlo." Ahora venía lo que más miedo le daba. "Axel hemos de prescindir de tus servicios, estás despedido". Tras esa frase salió del despacho sin inmutarse siquiera. Por qué no dijo nada me es un misterio, pero supongo que aquel nudo del que os he hablado se había hecho de tal envergadura que le era imposible articular ni una palabra. Así que recogió todas sus pertenencias y se dirigió a su coche para recorrer el largo trecho que le separaba de su casa.
Al llegar lo primero que se encontró fue que la casa estaba completamente vacía pese ser más de las diez de la noche. Su mujer debía de haber llegado ya, su turno en la fábrica acababa a las siete de la tarde. Fue por el pasillo hasta su cuarto para cambiarse y descansar de la fatigante jornada que había tenido. Cuando alcanzó el linde de la puerta, automáticamente se fijó en el galimatías que allí había montado. Lo primero que pensó fue que habían entrado a robar y que su mujer podría estar en peligro, pero luego se percató de la nota que reposaba en la almohada. La cogió con delicadeza y, una vez la hubo leído, las lagrimas empezaron a desbordarse por sus ojos. La nota era una carta de despedida, y decía así: Axel, mil gracias por todas las risas, todas tus alharacas de afecto ocasionales y todos los ratos que disfrutamos juntos. Te escribo esto porque no sabría como decírtelo a la cara. Hace meses que me estoy planteando lo que te voy a decir. Mi vida ha sido una tormenta de desgracias una tras otra, lo único bueno de esta vida ha sido conocerte. Hace tiempo que me despidieron del trabajo aunque tú no lo sabías.Además me han pasado un montón de cosas que tú ya sabes. Lo único que me sostenía eras tú. Empero siento que soy una carga para ti. Por eso he tomado la decisión de dejar este mundo para vivir feliz en el siguiente. Te esperaré. Vive ufano y sobretodo espero que puedas perdonarme. Me llevaré conmigo el colgante que me regalaste cuando nos conocimos para que te guíe cuando me busques en el cielo. No hay suficientes palabras para expresar lo que siento por ti. Te quiero. Pasaron horas y él seguía sentado en la cama plañendo y reflexionando. Pensó en suicidarse para seguir a su amada Valentina, pero no tenía el valor suficiente y además estaba lánguido.
El tiempo transcurría y aún no se decidió a moverse. Al llegar a la una de la madrugada, sintió la acuciante necesidad de emborracharse. Cogió el coche y fue a la parte de la ciudad donde había mayor concentración de bares. Vio uno que le llamó la atención y estacionó el auto. Entró y le preguntó al camarero que le recomendaba. Éste le dijo que el vodka violeta era la especialidad de la casa. El pidió uno y que le dejaran la botella. Desde entonces cada noche va a ese bar, incluso cuando pasó de moda. Allí iba ahogando sus penas en el vodka violeta.

Dedicado a mis gemelas :P

El tiempo pasa muy alocado conforme los periodos de la vida van avanzando. Los amigos que creías de toda la vida se marchan, aunque nuevos llegan. Los amores son efímeros, pero el bueno acaba llegando. El tiempo es un compañero traicionero que acompaña toda la vida a los humanos. Un día sobra y no hay nada que hacer y, otro día, te falta y es acuciante. Por eso es de vital importancia aprovecharlo y disfrutarlo al máximo. Por todo estos os felicito Alba y Nerea no desperdiciéis ni una sola coyuntura en la vida.

lunes, 3 de octubre de 2011

Cultura vs. lujuria

Antaño los jóvenes deseaban culturizarse y salir de la rutina diaria consistente en el trabajo continuo para tener un plato caliente en la mesa, actualmente todo va al revés. Como en la mayoría de los aspectos de la vida, los mancebos van contra el mundo tal y como se conocía hasta hace relativamente poco. Las tradiciones han sido violadas por unas damiselas y unos imberbes capaces de todo por desmadrase y dejarse llevar por los placeres carnales y mundanos.
Hoy en día, al realizar un viaje de fin de curso, teóricamente cultural, los adolescentes son prontos en elegir destinos tales como Ibiza, Benidorm o cualquier sitio propenso a las fiestas nocturnas. No obstante, los destinos propios de una salida de ese calibre habrían de ser lugares con tradición y cosas que enseñarnos, como Roma, la ciudad eterna, y sus construcciones romanas, Noruega y sus fiordos, Finlandia y sus bellísimas auroras, Barcelona y sus edificios modernistas,etc.
Los pandemonios son los lugares predilectos de los adolescentes, los adolescentes causantes de el fracaso escolar (no en su totalidad) y los adolescentes ruidosos y molestos que prefieren cogerse una buena intoxicación etílica antes que leer un buen libro que claramente es mucho más apetecible como entretenimiento. No digo que una escapada a la concupiscencia de vez en cuando no sea deseable para huir de la monotonía habitual, empero un exceso puede ser garrafal para el sujeto en cuestión.
En conclusión, las elecciones inapropiadas en una juventud alocada pueden marcar un futuro propenso al libertinaje. Los adolescentes deben asentar la cabeza y pensar más acorde a su edad.

domingo, 2 de octubre de 2011

Homenaje a Jean M. Auel

Una vida entera dedicada a escribir es un logro al alcance de pocos, ya que las novelas, a excepción de los best sellers, suelen ser vendidas en menor cantidad pese a su gran calidad. Si eso es complicado, ¿cómo sería una vida en la que un escritor se ha dejado el cuerpo y el alma escribiendo una sola colección de libros? Este es el caso de la escritora estadounidense Jean M. Auel, novelista que durante mas de 35 años ha estado creando la gran obra maestra que es Los hijos de la Tierra, una obra literaria que consta de 6 libros protagonizados por una joven Homo sapiens de la última glaciación.
Los hijos de la Tierra es una hexalogía que recomiendo a todos los lectores fanáticos de las épocas antiguas o simplemente a aquellos que quieran disfrutar un rato con su calidad y su riqueza en el vocablo. La señora Auel ha realizado múltiples investigaciones sobre la glaciación de Würm y los seres vivos que en ella habitaban. Su búsqueda le llevó a una gran diversidad de lugares como, sin ir más lejos, la cueva de Altamira y los yacimientos de Atapuerca. Su primer libro, publicado en el ochenta, titulado El clan del oso cavernario fue el primer libro en la historia mundial con temática evolucionista y revolucionó el mercado de la literatura.
Este libro fue el que más me fascinó, teniendo en cuenta que se publicó el 1980, fue el primero. La gran caracterización de los hombres de neandertal es digna de alabanza. En esta novela se explica como usaban el fuego, como lo creaban y como lo conservaban. También se aprecia la forma de vivir que tenían y sobretodo la estructura social jerarquizada y la comunicación entre los individuos de un mismo clan. No obstante, lo más importante del libro son las diferencias que se muestran entre los neandertales y el hombre moderno.
Ayla la protagonista es una joven sapiens que se ha visto obligada a abandonar a su familia. Estando al borde de la muerte, es rescatada por un clan de neandertales. Éstos se encargan de cuidarla hasta su madurez, cuando también debe abandonarlos para ir en busca de los suyos. En este periplo encontrara muchos peligros y situaciones de vida o muerte, pero también compañeros, amigos y un hogar junto a su amado Jondalar. Además, descubre los secretos de los espíritus y los misterios de la naturaleza. Si queréis saber más tendréis que leeros todos los libros que relatan la fascinante vida de Ayla la joven Homo sapiens.

sábado, 1 de octubre de 2011

Un hombre medroso y un error garrafal

Llovía, estaba aterida y desnuda. Un patio era su jaula y un silencio aterrador llenaba todo el espacio que era capaz de observar. Lloraba lánguida en su ostracismo. No obstante, no estaba sola. Una sombra la acompañaba a todas partes. Una sombra de ojos azules, los ojos que la habían hecho llorar y que vio cuando todo empezó. Toda su vida había sido un ciclo de constante dolor desde que lo conoció. Al principio, él disculpaba sus acciones mediante subterfugios, sin embargo, con el tiempo sus excusas fueron disminuyendo y por el contrario el detrimento de ella fue en aumento. Empero, ella intentaba superarlo diciéndose a si misma que él la quería y que cada vez que él profería una batahola al final de su dolor, estaba dirigida a ella por su fuerza y valentía al superar esa dura prueba de la vida. Su dádiva había sido siempre la de complacer a los hombres con su beldad y sus paroxismos, pero él nunca estaba satisfecho y siempre deseaba más, mucho más de lo que ella podía soportar. Ella era aciaga, siempre, por la mañana al levantarse, al ir al trabajo, al recibirlo todos los días borracho y con ganas de yacer con ella y gozar de sus lamentos. En ese momento ella se acordaba de todo lo que había sufrido a manos de ese ser, más bestia que hombre, y se prometió abandonarlo, con una acuciante necesidad, en cuanto surgiera la ocasión, abandonarlo para ir todo lo lejos que pudiera. Así podría vivir en un mundo idílico lejos de borrachos y puteros. No obstante, su utopía se desmoronó con gran celeridad al darse cuenta de que jamás lo abandonaría, que por mucho que ella quisiera obviarlo lo amaba y lo soportaría aunque eso la llevara a la misma muerte.

Un lugar para expresarme

Hoy empiezo este blog con el fin de expresar aquello que siempre se ha guardado y aquello obvio pero que la gente pasa de soslayo sin darle la menor importancia. Otra de las funciones de este blog será la publicación de diversos relatos de mi propia invención y de problemas del mundo actual, aparte de subir y comentar algún que otro artículo de importancia general y realizar algún que otro trabajo para la clase de castellano. Encantado de estar aquí, empezaré con una cita de Edison, "las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito". Y eso es lo que mostraré en este blog.