miércoles, 12 de octubre de 2011

Cambios y tonterías

¿Quién no ha querido cambiar alguna vez? El cambio es un periplo que lleva al ser humano a hacer cosas que no desea para convertirse en aquello que codicia. Las cosas no deseadas son aquello a lo que solemos llamar sacrificios. Éstos nos persiguen como si no buscáramos otra cosa, y en el fondo son inútiles pues no sirven para nada. Volviendo a los cambios, todo ocurre por una razón y si alguien quiere cambiar debe ser por algo. Generalmente es, o bien porque los demás no lo quieren tal y como es, o bien el individuo en cuestión no se acepta a sí mismo. La culpa es, ciertamente, de la sociedad de hoy en día, obcecada en la moda y en ir siempre a la última con todo. Un cambio implica deshacerse de una parte de uno mismo que normalmente suele ser la más original y lo que más lo destaca como persona y ser único. No obstante, el empeño por cambiarse suele llevar al individuo de vuelta al inicio, ya que desprenderse de un carácter que ha acompañado al ser todo su vida suele ser un ardua tarea. Y os preguntareis por qué hablo de todo esto y es porque nada ocurre por casualidad. Todo lo que pasa tiene un porqué. Tal vez el cerebro no lo sepa, puede que jamás lo imagine. Pero el corazón lo sabe. El corazón siempre lo sabe. Y da igual intentar cambiase, no es necesario. Lo verdaderamente importante en esta vida es disfrutarla y fruir de ella. Todos los seres humanos son especiales y cada uno guarda dentro de el un mundo por descubrir. ¿Has descubierto ya el tuyo? Si es así no lo cambies, es lo mejor que tienes.
Todo aquel que tiene una razón para vivir puede soportar cualquier forma de hacerlo. (Nietzche)

2 comentarios:

  1. A veces la mejor razón para vivir es la de sentirse en paz con uno mismo, pero supongo que lo pensamos cuando tenemos la tripa llena y las necesidades cubiertas. Es curioso comprobar lo poco con lo que nos conformábamos cuando éramos jóvenes (turismo en camping, dormir bajo puentes, trabajar montones de horas, noches sin dormir...) y lo mucho que nos cuesta cuando nos hacemos mayores y no tenemos lo mínimo resuelto.

    Como decía el poeta, aprovechar el tiempo antes de que las nieves cubran vuestras sienes...

    Salud@s y graci@s por darnos la oportunidad de leerte

    A.C.

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Carrillo. Seguiré el consejo de aquel poeta y disfrutaré al máximo la vida antes de que las canas sean la población dominante en mi cabeza.

    ResponderEliminar